Me he levantado a mitad de la noche
con que olvidaba el timbre de tu voz
tus ojos que arrastran mil batallas
los rasgos de tu cara, la mirada pesada.
Le temo al olvido,
y aunque no esta bueno aferrarse a nada
me resisto a largar el recuerdo
de tu sonrisa en pleno
y la luz brillante sobre tu ser.
Hoy soy papá y te extraño mas aún
Empiezo a escuchar tu voz
en los dulces labios de tu nieto.
Tu infancia mas lejana y viciada
por los castigos de la vida
no lograron empañar esos actos de amor
que te hicieron ser quien sos.
Te fuiste joven, sí.
Franco 04/09/2015