Aprender a volar no es fácil, puede llevar varios años. Muchos intentos y algunos tropiezos.
Saber volar implica mucho peligro.Volar, hijo, exige mucha responsabilidad, respeto y confianza en sí mismo.
Ese es el precio de la libertad. ¿Para que querrías la libertad si no sabes que hacer con ella?
Yo estoy dispuesto a acompañarte a volar. Mejor dicho a que tomes vuelo, vos, a su debido tiempo aprenderás a volar a tu manera...
Lo haremos muy de a poco, lento pero sin pausa, enfrentando los miedos y sobrevolando la gloria.
Simplemente, viviendo los días según acaecen.
Solo disfrutando de nuestro entorno seremos sabios, sabios y libres.
con todo el afecto de padre.