He estado enojado con Dios, pero despues me acorde que nos gobierna Macri y se me paso... Fuera de joda, no puedo pretender vivir en estado de aceptación y estar enojado con Dios. Después caí en la cuenta de que mi enojo ya no era con Dios, al que prefiero hoy dirigirme como Universo, sino que era más bien con la iglesia católica quien desde tiempos remotos se arrogó la potestad de predicar la palabra de ese Dios.
Dudamos con mi compañera al momento de bautizar a nuestro hijo Simón, pero igualmente lo hicimos. El cura que nos casó después dejó los hábitos y hoy formó una familia con quien compartir, “como Dios manda”. El cura con el que más me he identificado, #CarlosCajade criticaba mucho a una iglesia católica tradicional a la que le reclamaba pueda estar más cerca de los que menos tienen. De #SorClorinda, una monja que tuve la fortuna de conocer, prefiero recordarla por su trabajo social más que por el religioso, por lo que hizo por otros más que por su propia misión católica.
Pero, en honor a la verdad y solo con repasar algunos hitos de la historia universal encuentro que en cada uno de los temas controvertidos que se suscitaron, empezando por la inquisición siguiendo por el divorcio vincular, pasando por el voto de las mujeres o el apoyo a la dictadura militar, la educación sexual en los colegios. Bue, qué decir del matrimonio igualitario, hoy el turno del aborto, mañana será el estado laico (solo para mencionar algunos), siempre quedo yo de la vereda de enfrente de esta conservadora institución. No me siento representado, y no veo porque deba quedarme donde siento no pertenecer.
En este plan integral de de-construcción de mi personalidad hay muchas cadenas que prefiero romper. Que elijo cortar. Después de todo yo no elegí esta religión, la eligieron de total buena fe mis padres por mí.
Ahora, felizmente llegó Joaquín a nuestras vidas y ya hemos tomado la decisión con mi compañera de no bautizarlo. Algún día se lo explicaremos, él lo pensará y solito tomará la decisión de practicar la religión que desee, si es que lo desea y nosotros sea cual sea la respetaremos.
De un tiempo a esta parte hemos adquirido, creo, una mayor conciencia de nuestro ser, de nuestro actos, de los ideales que nos movilizan, de un sueño colectivo que se incluya a más y más personas, que abrace a todas. Soñamos con un mundo en el que quepamos todos y todas, que no conozca de fronteras ni de religiones, en el que solo nos una el amor y el deseo de ser cada vez mejores personas.
Investigando, leyendo y pensando. Muchas preguntas y algunas pocas respuestas que vienen con más preguntas. Encuentro que a muchas personas les paso y les pasa lo que a mí. Existe un remedio, se llama apostasía, que es sin más la manera de renunciar a una idea o religión, en el caso la religión católica apostólica romana. El que quiera un cura debería pagárselo, pues yo por lo menos preferiría que con mis impuestos se pueda al menos mejorar el sueldo de los docentes, que los bomberos no sean más voluntarios o que quienes elijan trabajar con los pibes en el barrio logren ser formalizados, entre otras.
Dudamos con mi compañera al momento de bautizar a nuestro hijo Simón, pero igualmente lo hicimos. El cura que nos casó después dejó los hábitos y hoy formó una familia con quien compartir, “como Dios manda”. El cura con el que más me he identificado, #CarlosCajade criticaba mucho a una iglesia católica tradicional a la que le reclamaba pueda estar más cerca de los que menos tienen. De #SorClorinda, una monja que tuve la fortuna de conocer, prefiero recordarla por su trabajo social más que por el religioso, por lo que hizo por otros más que por su propia misión católica.
En este plan integral de de-construcción de mi personalidad hay muchas cadenas que prefiero romper. Que elijo cortar. Después de todo yo no elegí esta religión, la eligieron de total buena fe mis padres por mí.
Ahora, felizmente llegó Joaquín a nuestras vidas y ya hemos tomado la decisión con mi compañera de no bautizarlo. Algún día se lo explicaremos, él lo pensará y solito tomará la decisión de practicar la religión que desee, si es que lo desea y nosotros sea cual sea la respetaremos.
De un tiempo a esta parte hemos adquirido, creo, una mayor conciencia de nuestro ser, de nuestro actos, de los ideales que nos movilizan, de un sueño colectivo que se incluya a más y más personas, que abrace a todas. Soñamos con un mundo en el que quepamos todos y todas, que no conozca de fronteras ni de religiones, en el que solo nos una el amor y el deseo de ser cada vez mejores personas.
Investigando, leyendo y pensando. Muchas preguntas y algunas pocas respuestas que vienen con más preguntas. Encuentro que a muchas personas les paso y les pasa lo que a mí. Existe un remedio, se llama apostasía, que es sin más la manera de renunciar a una idea o religión, en el caso la religión católica apostólica romana. El que quiera un cura debería pagárselo, pues yo por lo menos preferiría que con mis impuestos se pueda al menos mejorar el sueldo de los docentes, que los bomberos no sean más voluntarios o que quienes elijan trabajar con los pibes en el barrio logren ser formalizados, entre otras.
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