Niños y niñas de la nueva era

Ser padre es el desafió mas grande y maravilloso que se puede tener en la vida. Y como tal es nuestro deber y responsabilidad ocuparnos de las cuestiones inherentes a la ma-paternidad, sobre todo focalizando el enfoque en los nuevos devenires de los niños de hoy día.
Creo que subcutaneamente hay un nuevo SER HUMANO con una nueva manera de relacionarse, primero con ellos mismos, luego entre ellos y finalmente con todo lo que los rodea.
Esta nueva generación de niños y niñas no reconoce de fronteras ni religiones. Tampoco de que tan preparados puedan estar los padres para asimilar los cambios que estos niños se traen bajo el brazo.

Esta generación de niñxs índigos, -como es que se los llama por el color de su aura-, deben tener en lo posible a su alrededor adultos responsables que los acompañen, que los interpreten y que básicamente estén dispuestos a dejar que sean interpelados por ellos en cuanto a los hábitos que tan incorporados tenemos.  

Estos niños son almas viejas, altamente evolucionadas que poseen un mayor sentido de la solidaridad, procurando anteponer el bienestar del prójimo incluso ante los propios intereses. Vienen a cuestionar el actual paradigma para cambiarlo por otro superador, sin lugar para la envidia y la exclusión social. Pregonan una igualdad real sin importar nada mas que la mismísima condición humana.

Tienen una mayor intuición para detectar las verdaderas intenciones. Saben, inconscientemente, detectar el aura de las personas, perciben esa famosa vibra que acostumbramos a escuchar y usar pero que no todos interpretamos con total claridad, y según sea el caso, ellos se acercan e interactúan. Un niñx indigo abrazara a quien sea que lo necesite dado que logra ver lo que otros no.

Escapan, o no responden, a todas las estructuras rígidas que hoy poseen los modelos de sociedad. Necesitan tener opciones como modelos alternativos de adquisición de conocimientos. Mas que  conocimientos estos nuevos seres necesitan sabiduría, que no es mas que el conocimiento aplicado.  Vienen a tratar de acortar el distanciamiento entre el pensamiento y la acción. Aman la propia experiencia y el contacto directo con todo el entorno. La naturaleza en general, animales y plantas como forma de exteriorizar esa punción interior que puede denominarse capacidad de asombro, que junto con la expresión artística y el humanismo son el motor que los moviliza. Por cierto todos los niños la tienen pero en los niños índigos esta hiperdesarrollada.   

Estas son algunas de las características principales de los niños o niñas denominados índigo o de cristal y representan para la humanidad una gran esperanza de porvenir.




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