Pintar mandalas, los niños y sus beneficios

"Si eres un pintor y la meditación libera energía en ti, pintaras más, pintaras con locura, olvidaras todo, al mundo entero" Osho, Libro Naranja. 

Hay chicxs que les gusta correr atrás de una pelota, a otros el día se les pasa frente a una pantalla. Nada esta bien o mal, solo que los niñxs desarrollan sus habilidades con aquello que mas a su alcance tienen y que por supuesto mas les agrade hacer.
Si de verdad nos interesa educar a nuestros hijos para que sean felices más que para que tengan cosas materiales debemos ofrecerles alternativas que contribuyan a dotarnos de seguridad interior y autoconfianza para que logren en un futuro posicionarse positivamente frente a todo lo que emprendan.
Pintar mandalas puede ser algunas de esas actividades. Mandala quiere decir círculo o aquello que rodea a un centro.
Es fundamentalmente un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas que representa las características más importantes del universo y de sus contenidos.
Suelen representar las características del universo y se utilizan desde hace siglos cómo punto para concentrar la meditación.

Los beneficios de pintar mandalas son múltiples y aumentan a más corta edad.

Pintar "sin pasarse de la raya" potencia la capacidad de atención y aumenta la concentración.

Es una excelente técnica de iniciación en la meditación y con ello tiende a favorecer al autoconocimiento y bienestar interior del niño.

Desarrolla la capacidad motriz fina, allana o facilita el camino hacia la escritura, el dibujo o manipulación de objetos.

Estimula la imaginación, desarrolla  la creatividad y el sentido estetico.

Aportan paz, calma, paciencia, perseverancia y constancia.

Disminuye el nivel de stress, mas si es acompañada de música relajante.

Promueve la introducción de nuevo vocabulario, colores, formas y texturas.

Al realizar algo único y lo mejor hecho con sus propias manitos favorece la autoestima.




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