El crimen mas aberrante es el HAMBRE...

Ayer en La Plata se reclamó en las calles en un encuentro lleno de colorido y alegría proveniente de los más chicos... Se marcho por una serie de consignas, algunas tristemente históricas, como la falta de política pública orientada al sector de los trabajadores de la niñez. Si, de todas aquellas almas bienaventuradas que día tras día ponen su rostro y su cuerpo con los que más cerca se encuentran del piso. Aquellos que están cuando las familias se fragmentan, castigados por la exclusión y el desempleo (o la precarización en los mejores casos). Porque es imposible pensar en pibxs contentos, felices y en normal desarrollo con padres sin trabajo.
Se marchó porque el aberrantes de todos los crímenes es el hambre. Hambre que muchas veces se siente desde antes de nacer y no se olvida en la vida. Hambre que castiga sin consuelo pero que si tiene remedio.
Ayer se marchó para denunciar que los tarifazos y la inflación se afanaron la comida de las ollas y con ello aumentó la cantidad de chicxs en los comedores de las desfinanciadas organizaciones sociales que desempeñan el trabajo que debería hacer el estado. En boca de ellos, los primeros protagonistas, dicen: “Queremos más postre”
Se marchó para visibilizar lo que hacía rato no se veía, se marchó para volvernos visibles y para gritarles desde este lado de la vereda que estamos juntos y unidos, en lo que pensamos y sentimos del corazón, políticas para todos y todas.
Se marchó para mostrar a los pibxs que la lucha también educa, más si el sistema deshumanizado en el que vivimos los espera ansioso para aprovecharse de ellos, cuando no dejarlos tirados a la vera del camino. Nosotros, al reconocernos nos identificamos como personas que somos, portadores de derechos humanos, concientizarnos de eso es el primer paso para luchar por el pleno ejercicio de los mismos.
Se marchó para que la promoción y protección de los derechos del niñx sean más, mucho más que palabras bonitas, sino llenas de contenido. Como el que un tal Carlitos Cajade por ejemplo, como Alberto Morlachetti o muchos de los que ayer se encontraban presente, se encargan de contornear primero y de llenar luego, a puros golpes de ternura. Por un estado que abrace a los niñxs y adolescentes y no que los encierre.
Así se construye, caminando y andando, abrazando y estando, riendo y soñando. Dejarse ayudar y haciéndolo también. Con ternura, insumo básico de la niñez, con ella, venceremos, con ella pararemos el hambre. Con la ternura y el amor como cimiento pelearemos sin descanso hasta tener otro mundo en el que, con los pibxs a la cabeza, quepamos todos.
#ElHambreEsUnCrimen #ConTernuraVenceremos

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