Las abuelas de Simon

Es verdad, he tenido cambios radicales en mi vida, he crecido -supongo-, evolucionado espiritualmente. He incorporado nuevos hábitos, descartado otros. Para bien o para mal, da igual pues lo importante es como te permitan estar.
Gracias a las personas que me crucé en el camino, aciertos y muchos mas errores, estoy haciendo un proceso interno de aceptación. De todo. Del pasado, lo vivido, lo que me pasa, lo que siento, lo que me toca y lo que me gano. Me guste o no, actuando en consecuencia tratando muchas veces de que el miedo no me paralice.
Ese proceso que voluntariamente y a buena hora experimento, encuentro que tengo heridas aun a flor de piel. Siento a menudo que a mi alrededor no hay más que un inmenso mar, en mi barcaza mi fiel compañera mas el fruto de ese amor que definitivamente ha cambiado nuestras vidas.
Mientras me sumerjo en ese maravilloso "universo" el mundo afuera me insiste por recordar cuanto extraño a mis padres.
Incluso, si fuera posible, pienso que he superado no tener a mis padres, porque tuve la posibilidad de disfrutarlos. Pero que Simón no tenga a sus abuelos paternos, mas que nada a mi madre, me resulta todavía, difícil de digerir.
En mis sueños la veo, libre y consentida abuela que sería, exponiendo una honrada carga sobre su espalda de mucho más que un puñado de infancias duras, historias que para ser tan chiquitas demasiada pesadas eran. Transformando el mundo a puro golpe de sonrisas y abrazos.
Desde ese lugar que día a día ha construido, el amor verdadero fluye distinto, con la irrefrenable fuerza de un caudaloso río, ese canal abierto no se fue con su cuerpo, quedo acá y nos acompaña en donde sea que nos hallemos. Si lo que alcanzaste no es la cúspide, dulce mujer, que alguien me lo expliqué.
Tu amor vive en mi y por ende también en Simón.

Pero claro, que culpa puede tener la abuela que si tiene hoy, y que por cierto tan bien luce el traje. Y que culpa tiene si yo veo en ella a mi mamá, y que culpa puede tener si mi deseo es verlos jugar como sé que lo harían. Daría cualquier cosa por escuchar de boca de ellos hasta donde se quieren, si hasta el cielo, la luna pasando por tal o cual estrella.
Debo aprender a canalizar ese enojo, detrás del cual muchas veces suele esconderse la impotencia, envidia y el egoísmo, ser más emocionalmente inteligente y sin mas disfrutar del vínculo y el amor que el resto de la familia y amigos le brindan a Simón.


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