¿Es posible renunciar a los privilegios del patriarcado?

Y vos, ¿Ya tomaste conciencia de cuáles son los beneficios o privilegios que como hombres tenemos? ¿Estarías dispuesto a renunciar a esos privilegios del patriarcado en post de una sociedad más justa e igualitaria?


Ph: http://www.hombresigualitarios.ahige.org

Soy papá, hijo, hermano y esposo, y con 35 años puedo afirmar con de fe de verdad que como hombre pude y puedo gozar de ciertos beneficios por el solo hecho de ser hombre. Hay una (ficticia) igualdad de derechos y (injusta) desigualdad de oportunidades para con el genero femenino.
Los hombres que hoy nos hacemos estas preguntas no es que nos las sepamos todas, que tengamos una mayor altura moral o que simplemente ya hayamos podido dejar atrás el patriarcado.  En absoluto, solo notamos que la raíz, de la lamentable violencia de género contra las mujeres, es sin dudas el patriarcado o machismo.
Como hombres debemos justamente dejar que las mujeres conduzcan esta revolución socio-cultural llamada feminismo, sin más protagonismo que ese, solo callar y escuchar que tienen ellas para decirnos, revisar nuestras conductas, predicar con el ejemplo y en todo caso hablar con otros hombres.
Son momentos estos donde es de fundamental importancia redefinir la masculinidad, vencer la autonegacion, la heteronormativa, entender que de alguna manera la construcción social que nos envuelve desde el nacimiento mismo y que no pudimos hacernos ajenos, en la cual nos han inculcado hábitos patriarcales.
Por tanto, el verdadero compromiso radica en hacer carne y mas importante, trasladar a las nuevas generaciones, la no aceptación de todo aquello que venga como dado, de repensarse, libre de mandatos construidos por otros. De desarmarse integro y volverse a armar.
Educar niños para que en un futuro sean autosuficientes, que sepan cocinar, limpiar, valerse por sí mismos, a punto tal de que el día que elijan a alguien con quien pasar sus días lo sea por lo que son y no por lo que le dan o hacen por ellos. Capaces de vivir en una sociedad libre de cualquier opresión o discriminación de cualquier forma. Dejar de replicar estereotipos de género, pues  ya no hay cosas de mujeres y de varones, reconociendo que la mejor forma de que los niñxs desplieguen todo su potencial es respetando sus gustos e intereses, sean estos que cuadren o no con los hábitos y costumbres construidos en una sociedad.

¿Apellido materno o paterno?
Entre tantas cosas a repensar, como porque las mujeres deben hacerse cargo casi exclusivamente de los trabajos domésticos o de la atención primaria de los niñxs, o del mandato social que es ser madre y la obligación de ser buena madre, (es mas común que los que se marchen seamos nosotros),  porque no cuestionar también aquellas más troncales o profundamente arraigadas. Por ejemplo ¿Porque llevamos el apellido paterno al momento del nacimiento? En algunos países se toleran ambos, con variantes sobre cual debe ir primero, incluso se prevee distintas soluciones en caso de controversia, hasta en algún caso en que se decide según el orden alfabético de los apellidos.
Dadoras de vida, sabias como la madre tierra, imprescindibles como el agua,
puras como el aire frío del sur, fuertes como el poco roble que queda; aunque imperfectas como todo ser humano.
Ellas ponen el cuerpo, y los hombres el apellido.
Son ellas las que tienen ese vínculo tan fuerte con sus hijxs, las que sienten huesitos mover en sus entrañas,
las que difícilmente abandonen su descendencia, perciben por intuición las cosas, a veces antes de que sucedan.
En tiempos en que la violencia de género no cesa, al contrario se profundiza, se naturaliza, porque no hacer que los niños y niñas que vengan a este mundo lleven el apellido de la madre.
Sería un acto de justicia, justicia de género de reivindicación, de reconocimiento y sobre todo de igualacion.
Si para que ellas vivan sin miedo hay que perder beneficios empecemos por cuestionarnos todo lo que nos vino dado;
También el apellido..
Desde ya que amerita manifestar que el tema es mucho más complejo porque hay que tener en cuenta al matrimonio igualitario (dos hombres o dos mujeres) y sobre este campo, a nivel comparativo mundial la ley no es muy receptiva al respecto.

Temas como este último, que he citado solo a modo de ejemplo, hay infinidades, son los vestigios del patriarcado, a los que debemos, primero identificar, luego tratar, aunque gradualmente – incluso transgeneracionalmente- de deconstruir, abrir las puertas a la masculinidad no sexista y en esa línea que mejor que pegarle una patada al hormiguero y buscar cambios radicales que surtan un gran efecto, material y simbólico de cara a contrarrestar lo que desde el origen mismo de la naturaleza humana las mujeres vienen soportando.

Y vos, ¿Ya tomaste conciencia de cuáles son los beneficios o privilegios que como hombres tenemos? ¿Estarías dispuesto a renunciar a esos privilegios del patriarcado en post de una sociedad más justa e igualitaria?


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