La “seño” de primero

Quien te enseña a juntar los dedos
cuando la arena se te escurre entre las manos
premio único a la perseverancia e infinita paciencia
pilar fundamental para desarrollo emocional y mental.
En la clase ella habla de castillos, de estrellas y de los sueños
de tantos sueños como cada uno este dispuesto a crear,
ella reía y nosotros reíamos, ella se ponía seria y nosotros reíamos
como si supiera que aun estábamos pidiendo que nos marquen la cancha.
Devoción de ellas por partida doble,
hacia los niñxs y a enseñar -o a aprender- con pasión.
Educando más que en contenidos en verdaderos valores
brindando las primeras herramientas para un mundo hostil
que conoce de ventajas y le hace mangueta a la libertad.
Donde lo único que sabemos es decir las cosas como las pensamos
con ingenuidad, inocencia y la picardía propia de la edad.
Ellas con amplias sonrisas y a puros abrazos
intentan desvirtuar lo que no les tardará en llegar;
una carrera al falso éxito, con una feroz largada y sin llegada.
A los padres escuchaba cuando el hijo no avanzaba
entiende el rol de su loable profesión
es consciente del poder transformador
que el cariño genera a su alrededor.
Cálidas palabras en días que uno aun llora porque sí, 
frustrado si algo no sale
o porque paso una de esas cosas que la “seño” esconde al resto,
con gestos de complicidad y desinteresado cariño
la "seño" de primero 
se mete en nuestros corazones y en el rincón de los recuerdos 
de donde nunca más saldrá.




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