Para el destino todo tiene sentido..

"...lo que parecía ser el ocaso de los mundos terminó por enseñarnos que cada año con la Navidad nace el niño Jesús y con ello las esperanzas se renuevan. No esta todo perdido, la solidaridad, la buena voluntad, la humildad y el amor con que teñimos nuestros actos están ahí sólo hay que dejarse asombrar, sólo hay que estar presentes para captar el mensaje.."




No habían sido para mi unas típicas fiestas navideñas, acorralado por una sensibilidad social que no me había dejado opción decidí pasar la navidad más austera y conservadora de mi vida. Nada de alcohol y comida, lo suficiente. Nada de regalos y solo unas pocas risas. Es difícil explicar-me que eso no sea tristeza, o lo que es peor que me hayan robado la alegría, tiene más que ver con una búsqueda que me he propuesto para estos días. Me gusta pensar que puede ser una turbulencia en el afán de volar más alto.
Así las cosas salimos dé Coronel Suárez el domingo 25 de Diciembre después de almorzar, Simón se tomó su tiempo para despedir a tíos y abuelos, donde mutuamente se manifestaron el amor que se sienten, lógico, nosotros también.
La ruta y el bajo nivel energético no se llevan bien, por lo que estaba algo disperso y como si me sintiera cansado. Mi compañera, sosteniéndome, por momentos sólo escuchando mis largos silencios en otros leyendo para ambos un libro de Deepak Chopra.
-Me dijo mi papá que hay que tener cuidado cuando estacionamos en la banquina -dijo Vane como para romper el silencio.
-¿Por? -contesté de inmediato.
-Porque el caño de escape caliente y los pastos secos puede ocasionar un incendio. También del auto.
-Mira vos... Básico y esencial.
Luego ella siguió leyendo, parábamos la lectura para charlar sobre algún tema relacionado, renegábamos sobre la Navidad vacía o carente del verdadero significado. Del catolicismo abstracto y de los pesebres verdaderamente vivientes de estos días.
Mientras tanto avanzavamos sobre una ruta cuasi vacía. Ahora además de disperso y cansado también renegando.
-No puedo creer lo que veo -dije exaltado.
-¿que pasa?
-No tenemos nafta -dije
-¿Que?
-Lo que ois. Vi al salir que teníamos una autonomía dé 210 km y con eso debíamos llegar a Olavarria.
-Pero vinimos muy rápido.
-Y ahora que hacemos...
-Vamos a llegar -dijo Vane con optimismo.
Disminuí la velocidad y lentamente empezaba a aceptar que no íbamos a llegar.
El tablero marca 0 km de autonomía justo enfrente de un parador en la ruta, Don Lucio en Santa Luisa. Unos 30km antes de Olavarria. Bajo desconcertado por la situación  y antes de entrar le comento lo sucedido a un motoquero que cambiaría el curso de nuestro día.


Esta persona de una locura importante pero no menos que el tamaño de su corazón, me dijo tras una pausa:
-Vos sos re boludo -y de inmediato se largo a reír con ganas.
-Y si, la verdad que si -inevitablemente debí aceptar.
Ignacio Saltivañe (o algo así) no deja a nadie tirado. Yo te voy a dar nafta de mi moto.
Para esos instantes yo estaba convencido que el era del lugar, pero me di cuenta que no cuando Nancy -en ese momento la única que pensó- que de esa forma ninguno de los dos llegaría a destino y que la situación ameritaba que busquemos el combustible en la moto de Nacho. También nos convenció de que no vayamos ambos por no tener dos cascos.
Luego, una vez que este hombre arranco en busca del combustible nos invito a pasar, amena charla, inmensamente servicial como magnifica anfitriona que resulto. Paradójicamente ya nos conocíamos de otra situación no tan traumática, en la que paramos a almorzar con un grupo de unos 20 niños cuando íbamos camino a las Sierras de la Ventana. Y se acordaba perfectamente.
-¿Volverá? -preguntó Vane mientras perseguimos a Simón que a su vez perseguía a una gallina.
-Que estas diciendo -contesté sorprendido. Claro que va a venir y volví a entrar a la despensa de Nancy, mejor dicho de su papá Lucio.
Momentos más tarde siento la moto, pero la oyo seguir de largo aunque antes de comenzar a dudar sentí el rebaje.
Al llegar Nacho dijo: te quería hacer una broma, y te la hice. Nunca sabré si fue así o si realmente se paso de largo producto de la resaca navideña que se notaba a kilómetros de distancia.
En fin, lo que parecía ser el ocaso de los mundos terminó por enseñarnos que cada año con la Navidad nace el niño Jesús y con ello las esperanzas se renuevan. No esta todo perdido, la solidaridad, la buena voluntad, la humildad y el amor con que teñimos nuestros actos están ahí sólo hay que dejarse asombrar, sólo hay que estar presentes para captar el mensaje.

Comentarios