¿Para que quisiera leas Oscarcito?


Yo lo único que intente plasmar en una historia es justamente que es posible ver a Dios en los ojos que menos tienen, en los que mas necesitan, en los niños...
Es nuestra tarea "Construir el cielo en la tierra" como decían Carlos Cajade y Sor Clorinda que destinaron su vida a ayudar al prójimo... Tomemos sus legados verdaderos y pongamos el esfuerzo ahí, en ser todos los días un poquito mejor persona.
Uno puede ir a misa todos los domingos, rezar devotamente antes de acostarse pero de nada sirve si cotidianamente no lo traducimos en buenas acciones.

Escondido entrelineas quiero dejar un mensaje; quisiera dimensionar la fuerza y el poder de cambio que tiene el amor. O lo hacemos con amor o no se hace. Aunque se puede cambiar para que nada cambie no existe antecedente de revolución que se haya hecho sin amor.
De ahí el subtitulo del libro ¿Cuanto puede el amor? Es un interrogante, es una invitación a la reflexión, a que dejemos que el amor entre definitivamente en nuestras vidas, en nuestros corazones y desde ahí hacia todo lo que nos rodea. Se imaginan si todos hacemos eso, que distinto sería todo, ¿No?

Tenemos que despavilarnos y salir a relucir la solidaridad que tenemos. Porque a las personas hay que abrazarlas cuando mas lo necesitan, cuando ellos sean niños, abuelos o desocupados, a los enfermos... pero también los estudiantes estresados, a los que creen que fracasaron, aquellos a los que el ego le robó la vista, a los que no reconocen otro tipo de capital que el económico, a los debilitados por poder, y hasta los delincuentes.

Porque atrás dé un niño con derechos vulnerados siempre hay un padre sin trabajo. Atrás de un delincuente hay un conjunto de causas sociales, económicas y políticas que crearon el marco para que esa persona llegue a hacer lo que hizo. Que ningún pibe nace chorro hay que repetirlo hasta el cansancio.
Por eso debemos poder ver más allá, extender la mirada, extenderla con amor es lo que nos permitirá cambiar de verdad el mundo.


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