Hoy 20 de Noviembre, casualmente es el día de los derechos del niño y uno se pregunta qué tiene que ver esto con un simple partido de fútbol infantil… Y mucho fíjense;
Hay por suerte cosas más importantes que ganar o perder, por ejemplo, aprender a ganar y perder. Y estos peques con trajes de héroes talle 8 ó 10 nos han dado a nosotros varias lecciones de las que debemos tomar nota, sobresalen la entrega y el sacrificio con el que encaran un compromiso, la lealtad y el compañerismo entre ellos y con sus profes, el juego limpio para con los rivales pero por sobre todo hacernos entender que en el fútbol como en la vida las cosas no siempre salen como uno quisiera y que aun ante ese escenario –digo aun perdiendo y siendo eliminado- salen corriendo como en cada partido a dar una especie de vuelta olímpica, festejando revoleando sus remeras con el torso desnudo, sonrisa de oreja a oreja. Escuche por ahí: -Pobrees no se dan cuenta! Y si los que no nos damos cuenta somos nosotros? Si lo que ellos quieren es eso? Simplemente JUGAR, jugar, divertirse y si eso fuera mira vos si lo logran, ampliamente la misión está más que superada.
No hay más que palabras de agradecimientos para con estos gladiadores bonsái, que nos enseñan a nosotros los grandes a ser mejores. Gracias por tantos lindos momentos que nos regalan, por los goles, las victorias pero también por estos sabores agridulces en los que toca perder, en donde nos obliga a estar a su lado y decirles lo que de verdad pasa: Nada! Porque no pasa nada, solo que hay que seguir trabajando y esforzándose, como lo han hecho todo el año, porque mientras se aprende lo importante como los valores cimentados en el compañerismo, responsabilidad, dedicación, entrega, sacrificio, alegría y amor por lo que uno hace, los logros suelen ir gestándose por lo bajo…
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