El árbol feliz

Había una vez dos arbolitos, jovencitos ellos, uno siempre estaba sonriente diciendo cosas lindas a todos los visitantes que llegaban. El otro estaba triste y es por eso que los pajaritos cada vez iban menos. Solo unas pocas ardillas seguían confiando en el.
Un buen día el árbol feliz se le ocurrió preguntarle a que se debía su mal humor y el árbol triste le contesto que el quería ser un animal màs del bosque, que quería correr, quería jugar, reír y andar de un lado al otro como todos lo hacían.
El árbol contento lo miró y comenzó a reírse.
-¿Acaso no te das cuenta lo que nosotros significamos para la vida? ¿Lo importante somos? Damos sombra, purificamos el aire, servimos de refugio a todos los animalitos, algunos hasta sus casas construyen y ademas mejoramos la tierra.-Dijo el árbol feliz.
Algo, desde esa charla, cambio para el sauce llorón porque al día siguiente centenares de golondrinas lo habían elegido de posada, tras muchas horas de vuelo.
Esta seria para este árbol la mejor primavera de su corta y prometedora vida, ya que se dio cuenta de que estaba deseando algo que ya tenia...