¡Me resisto a olvidar!

Me he levantado a mitad de la noche
con que olvidaba el timbre de tu voz
tus ojos que arrastran mil batallas
los rasgos de tu cara, la mirada pesada.
Le temo al olvido, 
y aunque no esta bueno aferrarse a nada
me resisto a largar el recuerdo
de tu sonrisa en pleno
y la luz brillante sobre tu ser.
Hoy soy papá y te extraño mas aún
Empiezo a escuchar tu voz 
en los dulces labios de tu nieto.
Tu infancia mas lejana y viciada 
por los castigos de la vida 
no lograron empañar esos actos de amor 
que te hicieron ser quien sos.
Te fuiste joven, sí.
Pero fue, justamente por amor,
 amor que hoy vive en nosotros.





Franco 04/09/2015