Hijo, tengo algo que decirte...

No se si es original, creativo o productivo hijo pero se me acaba de ocurrir una idea que anhelo poder sostener en el tiempo. Voy a escribirte cada vez que tenga algo para decirte y algún día te entregare estas anotaciones, poesías, cartas o simples mensajes todas juntas que bien podría ser cuando cumplas los 18 años. Debo preveer que, igual de importante, serán estas palabras para tus futuros hermanos, que, por ser leídos individualmente seguiré refiriéndome de manera singular.
Empezare por decirte que nada tienes que hacer para ser alguien en la vida, porque vos ya sos alguien. Parece mentira pero es muy importante que fijes este concepto. Ya sos alguien, sos persona incluso desde antes de nacer. Vos sos un SER maravilloso, y podrás ser en la vida lo que te propongas, lo que sueñes.

No tenes techo, ni limitaciones, mas que tus propios miedos y los que lamentablemente nosotros, tus padres, sin voluntad de hacerlo te traslademos. Pero no debes ocultarte, por el contrario le debes hacer frente, debes conocer(te) como paso previo  a poder resolverlos. En cada estancamiento, normal por cierto, lo que debes vencer son esos condicionamientos o estructuras mentales que coartan tu desarrollo. 
Yo no te querré mas si eres un exitoso futbolista, el mejor carnicero, un prestigioso hombre de derecho, un muy formado medico, o un prolijo albañil. Yo ya te quiero como a tu mamá, como a mi mismo y ya estoy orgulloso de vos. Así que en ese sentido podes quedarte tranquilo de que no tienes que ser de una u otra manera para caerme en gusto. Yo quiero que seas vos, que escuches siempre tu corazón, que abras tu mente. Por nuestra parte procuraremos ser lo menos erráticos posible para predicar en todo momento con el ejemplo. Es mejor que las palabras mismas, estas pueden fácilmente ser olvidadas pero créeme que, si nos ves haciendo algo, sea positivo o negativo, jamas lo olvidarás.