La niñez verdadera

La belleza intrínseca
el alma pura aún no contaminada
la sonrisa por las dudas
la increíble capacidad de asombro
incesante ganas de jugar
tengan ellos la posibilidad
de explorar el mundo con curiosidad
con ojitos vidriados
y gran esperanza en lo que viene,
junto a ellos miremos el cielo
contemos estrellas
e imaginemos figuras con ellas
Los niñxs siempre serán
el reflejo de lo que somos
pues no nacen sabiendo
ni solos aprendiendo
hagamos más habitable este mundo
y amigables las relaciones
con la mirada puesta en el amor
Amor en la libertad y la naturaleza
premisas para manejarse en la vida
 sin chocar con la punta de la meza.


Franco 17/08/2015