En este día, Día de la mujer, a mi criterio, es más importante reafirmarlo como día de lucha, de reivindicación y de reflexión sobre inclusivas políticas de género más que banalizarlo con simples regalitos o ramos de flores que de nada sirven si no son acompañadas del respeto más sincero y honesto, de la valoración como dadoras de vidas que son, de sus históricas luchas inclaudicables, de verdaderos sostenes espirituales de los hogares. Por estas y muchas mas razones, para todas las mujeres del mundo entero, de este y todos los tiempos, para las que se fueron temprano pero también para las que nos siguen bañando con sus experiencias, para las mamás que deben en lo diario bancar muchas paradas principalmente para aquellas jovencitas que solas luchan por el bienestar de sus hijos, para las que poseen formación académica pero también para aquellas que ancladas en los barrios trabajan a destajo defendiendo derechos, para todas ellas mi mas cálido agradecimiento en este importante día.
Otro de las aristas que a mi criterio invita a la reflexión es la representación gremial o sindical de las mujeres, un 40% de los asalariados en la Argentina son mujeres cuántas de ellas se desempeñan en representación de sus pares –hombres o mujeres- en sindicatos o gremios de cualquier actividad? Es muy bajo, esto habla a las claras de vestigios de machismo en los entretelones del poder. Son espacios de representación que deben ser compartidos si de verdad se concibe en un pie de igualdad y para no empantanarnos solo en palabras bonitas. Hay avances al respecto, es indudable pero aun falta más y ese es el camino que debemos cursar todos los hombres y mujeres de bien.
Por último el tema de la violencia de género en cualquiera de sus vertientes debe formar parte de verdaderas políticas de estado, políticas de equidad, idear la manera de trabajar descentralizadamente para asegurar y garantizar la llegada al barrio, barrios de buen pasar y no tanto, porque la violencia de la que refiero no reconoce de clases sociales. No pensemos la violencia solo como la física porque también hay otros tipos de violencia igualmente detestables como la psicológica, laboral, económica o sexual, todas igual de importantes, todas repercuten sobre la psiquis de las mujeres coartando su desarrollo intelectual y la libertad misma.
La historia de la humanidad esta cimentada sobre el género femenino y hoy el reconocimiento lentamente empieza a llegar, falta mucho pero la conquista de derechos avanza a paso firme para nunca más retroceder.